1.
Señor, Señor, Tú que me ves por dentro,
Sabes mejor que yo lo que yo siento.
Decir puedo una cosa y hacer otra.
Contradictorio soy, mas soy sincero.
Podré engañar a todos
Pero a ninguno miento.
Estoy hecho de Luces
Y estoy hecho de Sombras
Y tengo, como todos,
Mi parte de Misterio:
Mitad un poco Loco
Mitad un poco Cuerdo
Y por lo uno y lo otro
Me ignoro y me conozco
Al mismo tiempo.
Señor, para encontrarme
Corro a Tu Encuentro.
Yo no sé muchas cosas
De mí, que Tú sí sabes.
2.
Desnuda tengo ante Ti mi Alma.
Y en Ella no hay Engaño. Hay Sentimientos
Que luchan entre ellos,
Que me turban el Alma
Y que me sumen en el desconcierto.
Para ser coherente
Lucho contra Mi Mismo.
Me venzo algunas veces
Pero otras soy vencido
Y ya no sé de qué parte ponerme
En esta Lucha de mi Yo Conmigo.
No siempre que uno lucha
Por ser fiel a sí mismo
Obtiene la Victoria.
Puede uno ser vencido
Y valer más que el Triunfo la Derrota,
Si has intentado todo
Y de nada tu Esfuerzo te ha valido.
Yo te busco, Señor, en mi Interior.
Pero hay veces, también, que de Ti huyo,
Y no sé bien lo que buscando voy,
Pues creo firmemente, mientras dudo.
Vivo siempre nadando entre las olas,
Amenazado por el Mar profundo,
Y muchas veces me mantengo a flote,
Pero hay otras, Señor, en que me hundo.
Tú estás viendo mi Lucha.
Tú estás viendo
Cómo mi Fe sostiene a mi Coraje
Y cómo algunas veces desfallezco,
Pero nunca me acusas
Ni tachas de cobarde.
Si vencido me vieras
Señor te ruego que de mi te apiades,
Vengas y me socorras.
Lucho, Señor, por Ti.
Tú por mi luchas.
Serás Tú quién me salve
De la Derrota.
Sabes bien que en mi tengo
Mi Enemigo más grande.
Al que más temo.