La lluvia acaricia el silencio de la noche...
mientras la niebla cae... y el cielo de tus ojos se aleja.
Con aquellos pasos que corta el ensueño.
No he vuelto a ver en este nuevo invierno
la falsedad de ese tu gesto hermoso...
ni las palabras suaves de tu despedida...
ni tu mirar que no podía amarme,
tu sonreir en medio de una vida...
o aquel amor que nunca pude darte.
Es difícil comprender al viento,
que mce todo lo que le soporta,
la ingenuidad de un gran amor sincero...
la soledad de un corazón que llora,
la esrupides de alguna niña fría...
de aquella estrella que uno siempre añora. Es difícil caminar cansado
aferrado a una esperanza que suplica,
la estrechez de un corazón atado...
a una numen que se va despacio,
y aquí sentado, espero la hora de acabar:
con la farsa y la necesidad...
con la amiga, con la estrella,
con su juego y su jamás llegar.