De la vida misma (homenaje)!

De la vida misma he sacado los mejores
fragmentos bellos de tardes acicaladas,
tuve la oportunidad de rodearme con honores
con causas válidas y ver por tu mirada.
De la vida misma aparecieron los amigos
aquellos que alejaron mis malas compañías,
atorrantes hermosos que pelearon conmigo
batallas que aún ganadas las teníamos perdidas.
De la vida misma sangraron mis heridas
con el picaneo incesante de verdes mercenarios,
que quisieron quitar mis ideas bien nacidas
cuando el horror del proceso mató lo innecesario.
De la vida misma aprendí que la lealtad no se regala
ni se vende al mejor postor que la requiera,
me callaron a veces, no pudieron con mis alas
de libertad constante en cada primavera.
De la vida misma el horror y su indescencia
trajeron verdugos que buscaron la matanza,
para querer partir las ideas de presencias
para matarnos de a poco el odio y la revancha.
De la vida misma, hoy el ideal sigue atento
a futuros desvíos que esa gente intolerante
quiera coartar la libertad que mis muertos
ganaron en la calle como siempre, como antes.