Hacia el reverso de tu vida.

Descubro el cuerpo de tu cuerpo,
Mis manos inventan otro cuerpo a tu cuerpo,
Entro en ti, veracidad de las tiniebla.
Quiero las evidencias de lo oscuro,
Beber el vino rojo toma mis ojos y reviéntalos.
Una gota de noche, sobre la punta de tus senos:
enigmas del clavel al cerrar los ojos,
los abro dentro de tus sentimientos.
Hay fuentes en el jardín de tus arterias.
Con una máscara de sangre,
atravieso tu pensamiento en blanco:
la desmemoria me guía,
Hacia el reverso de la vida.
Ante mí, ante mi deseo insostenible.
Extasiado por dominar tus caderas enardecidas,
De tus glúteos apoderarme con mis manos.
Y guiarte al infinito de mi ser;
Ya desnuda observas tu silueta.
Pasmado te acaricias de nuevo, seductor,
Despertando toda mi pasión,
Mi lujuria, mi deseo por ti ahora tomo,
Con firmeza tus manos en las mías,
Al sentir tu aroma mis anhelos crecen,
Mi boca se desespera.
Beso tu cuello, tu pecho, siento tu corazón
La luz de Mayo, rota en la espesura.
Como el deslumbramiento de las alas cuando se abren.
Y fue el olor del mar: un arco de sal ardió.
En el aire no estabas, no estarás, pero el oleaje.
Sin entender comprendo también eres mi escritura.
Y en este mismo instante alguien me deletrea mis manos.
Ola tras ola hasta cubrirlo todo, verde sonoro sin ocaso.
En mitad del cielo, voy por tu cuerpo.
Como por el mundo, los tigres beben sueño en esos ojos,
El colibrí se quema en esas llamas,
Voy por tu frente como por tu luna,
Como la nube por tu pensamiento,