Madres tu hijo en este rincón.

Solo el rayo de luz de sus ojos.
Y tus entrañas acariciaban mi frágil cuerpo.
Fueron nueve meses en tu mundo de rosa,
Me alimentaba con tus caricias.
Y frases de amor el momento llegaba,
iba a conocerte, estaba muy protegida.
Me miré en tus ojos más de mil veces,
al darme de tu pecho la leche blanca,
Para crecer sano, para crecer fuerte.
Te digo te amo, por darme tu vida,
por permanecer a mi lado,
por darme el empuje para seguir avanzando.
Por darme mis alas, para cruzar horizontes,
Por querer a mis hijos como los tuyos propios,
Fuiste la sonrisa de mi infancia.
Eres más que una joya y su elegancia.
Los años no envejecen tu dulce mirada,
Iluminas mi conciencia, mi sentido,
Pureza acaricia el fondo de mi alma.
Dibujas el camino cuando estoy perdido.
Abrazas mi espalda cuando tengo frió.
Me toca con tus manos tiernas, bellas.
Abres tu corazón para escucharme.
Intentarías todo por estar contigo.
Yo estaba deformado, al paso del tiempo,
Por darme los consejos, escuchando en silencio,
Por darme tu vida, tú espacio y tú aliento,
Gracias madre, por convertirme en hombre.
Copyright © 2010 - Ramiro Álvarez Cedeño.