El tabáco despierta sueños,
tal vez es el huno, sin nadie y con muchos.
Esta noche mendigo alas,
de tanto regalo
la cosechera pasa antes de la mañana,
se lleva el valor que un día antes encontré, llamala muerte,
llamala de la forma que decidas.
Mi puño se reduce, alza el chop,
prende la pipa, tal vez.
Me despierto y la familia arde,
Kafka me dio con la metamorfosis, me patean,
soy un vuelto en el quiosco de la esquina,
no les valgo. Sin embargo
a la cruz le nace más espinas
cuando exijo,
tomado por el pibe que no revuela la sopa,
mi abuela mira la receta diciéndo... Nahuel Banuera