Cuántas veces el dolor mí alma consume
En la penumbra de mi amor puro y doliente
Cuántas veces tu ausencia es exponente
De dudas amorosas, que mi ser asume.
Dudosa situación, que tan cruel resulta
Para este corazón de palpitar dudoso
Sumido al desencanto, que la razón no oculta
Después de aquel amor que para nos hermoso.
Fue sólo el suspirar, vivido por un sueño
Brillante de ternuras y suavidad de amar
Cortado en el olvido al duro despertar
De mi alma sola y triste, caida en el empeño.
Desvanecida yace en este amortecido,
Dolor que por perderte, se sume en el ocaso
Del ser que vaga ausente, y sin poder dar paso
Al corazón doliente, que gime malherido.
Virgilio.
30/9/09