Oasis.

Soy acaso tu isla…
refugio ansiado de dolores
que oculta los decibeles de la farsante civilización
con su remanso de vegetales plásticos y pastores de juguete
que tuercen la Verdad, en sus orgasmos de mística mentira
Soy el manantial esperado…
para tu sed secular, cansada de torrentes cristalinos y agridulces
que te colmaron de fantásticas ilusiones en arenas del espíritu
y ahora encuentras ofrenda de vida
y alimento del alma y del cuerpo
que lejos del hambre, son el pan de la necesidad de ser.
Soy la mano extendida…
que te ayuda a encontrar tus verdades, las que duelen ver desnudas
pero que puedes mostrar erguida sin miedos de perder nada
por saber que mi mano es energía de vida
para los árboles de plástico y oradores de hipocresías
Soy tal vez el escondite…
de miedos nuevos y aquellos guardados de la infancia,
esos sin razón, sin tiempo, sin distancia pero perdurables
que transforman la crudeza de las farsas cotidianas
en lacerante dolor para el alma anclada en el dolor.
Soy el oasis…
donde encontrarás mas allá del agua y la materia
los tesoros que encierra el amor, la amistad, la compañía
y como los vientos de arena no saben de fin ni principio
deberás explorar y poseer los brebajes de la entrega
antes que el oasis sea un nuevo espejismo.