Estando medio adormilada...
¿Sueño?, no lo se...
Pero veía como se acercaba un gran barco velero
A mi orilla embelezada...
Venía cargado de sueños,
De promesas, o quizá de nada...
En él venía un pescador, de promesas
Y de pasiones desahuciadas
Y se enganchó mi alma,
A las redes de su calma...
Suena triste...no se asusten...¡no fue en balde!...
Es cierto, viejos sueños se han ido al traste,
Pero otros sueños ahora renacen...
Y yo le estoy pidiendo al cielo, que su amor nunca me falte...
En su ausencia mi alma se desquiciaría
Y mi inocencia ha de jurar que por él morir podría...
Soy una gata que moría de pena
Y seguramente me escuchó maullar, alla en la arena...
y embriagado de curiosidad, llegó...
Se posesionó y gritó, en ese silencio tan puro: ¡eres mía!
Y mis pensamientos se hicieron suyos...
Y mis sueños lo siguieron a su mundo...
Y cómo no enamorarme así...
Si entre su equipaje traía una flecha con punta de finas letras
Y me apuntó directo al corazón
Y me llegó sin dejar ni huellas...
Y cómo no enamorarme así...
Si traa un acordeón de soledades y melancolías...
Y yo misma tengo dos guardados:
Uno en el ático de mis éxitos...
Y otro en el sótano de mis fracasos...
Y este barco es un velero
Que navega en mi gran espejo
Con un viento enamorado arrea sus velas
Y con la noche se lleva todas mis quejas...
¡Cuanto te amo mi barco velero!
A ti...y al pescador de mis sueños...
Estoy rendida...se que es así,
Pero eso a mi me importa un bledo...
Y se enredaron nuestras redes
Y se enredaron nuestros sueños...
Y por este amor al fin ya soy feliz...,
Aunque oculto esté y en sueños...
Si es un sueño...¡soy feliz!,
Por favor déjenme seguir durmiendo...
Y es que este amor sabe a...,
Y miren que no lo digo por presumir,
Sabe...a sal empapadita de anís...
Y a café cargadito de te quieros
Sabe a hurtadillas cuando ya me fui...
Sabe a delicia cuando al fin lo veo...
Pero lo que más me gusta...
Es que me sabe por encima de todo...a cabello de ángel caído del cielo...
Y si es sueño, ¡soy feliz!,
Por favor...déjenme morir así...