Persistes en mí, porque contagias espesuras
perfumes viejos que rodean mis condenas,
y esa rosa ajada, que en Los años aún perdura
dentro de aquel libro que escribía nuestras penas.
Persistes eterna, porque el amor aún te mantiene
dentro mío, cual imagen de mujer inmaculada,
con el fuego dentro que ardiendo te sostiene
con las pupilas serenas, atenta la mirada.
Persistes corpórea, aunque imagino lejanías
y manos que acarician tu cuerpo de princesa,
pero sé que me piensas al final de tu día,
cuando la sombra inunda el sol de tu belleza.
Persistes atada, a mi recuerdo y a mis manos
que aún recorren la piel mas hermosa y bella,
extrañas mis cuitas en amaneceres cansados
cuando pedías que te baje la luz de nuestra estrella.
Persistes desnuda delante del fuego lento,
con sutiles toques de abrazos perdidos,
llega la noche y cual un manto de silencio
me rodea tu calor ardiente y encendido.
Persistes atenta a todo lo que me sucede
porque lo sé de voces amigas,
como sé por demás, que me mimas y me quieres
y que a mí tus derroches, sin duda volverían.
Persistes en mí atrevida y callada
buscando mi amor en brazos desconocidos,
se te escapa mi nombre y en tu mirada
me rodea tu calor ardiente y encendido.