En lo íntimo de mis pensamientos,
Siempre me pregunto señor
¡Que sería del hombre y sus sentimientos!
Si no lo hubieses colmado de tu amor
Recibimos de ti la vida,
Como muestra de tu misericordia
Auxiliaste al hombre en su caída,
Y extirpaste de su mente la discordia.
De tu soplo recibimos la vida,
En nuestros cuerpos déjate tu huella
De la eternidad el alma fue extraída,
Para que su aura fuera cual brillante estrella.
En tus manos puso Dios la creación,
Para que enseñorearas sobre lo creado
Tesoro invaluable eres de su corazón,
Eres el ser que con sus manos fue moldeado.
A tu imagen fuimos creados,
Hechos al punto de tu semejanza
Y como tal por ti somos amados,
Dios de la gloria y de la alabanza.
Ángel R. Anaya
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