Y bueno;
Aquí me tienes.
Aquí estoy.
Y, ahora...
Pregúntate si me quieres,
en que forma crees que me quieres
y lo más importante para que me quieres.
Piensa si en verdad te merezco,
cuanto puedo valer para ti,
que estas dispuesta a aceptar
porque mi esencia jamás se podrá cambiar.
Recuerda que todo lo que me des
no volverá a ti de las misma forma
y el tiempo que quieras darme
ni podrás recuperar de el ninguna parte.
Y después que te contestes,
yo aquí seguiré sin culparte, ni culparme,
por que hayas decidido irte o quedarte.