Decálogo del humano.

Controla tu espejismo en tanta desaveniencia
filtra los mensajes del alma en tu recelo
busca mártires que en la vorágine de ausencia
te maten las palabras y alimenten el deseo.
Sal al mundo con la placidez de una ugnorancia
que el equivocar ayuda a recuperar senderos,
muestrate solidaria y fiel a cualquier instancia
maneja los hilos de la realidad y veneralos.
Produce revolución que de la revolución renace
el cambio sutil de las propiedades valederas,
inmunizate de pronto de los medios que hacen
voltear a los gobiernos confundiéndote las ideas.
Analiza las situaciones sin el fulgor que de repente
te tiña el corazón de amoríos y desconsuelos,
provoca que la palabra vaya antes que la mente
induce la percepción para acrecentar tus anhelos.
Y no canalices, de pronto, algún misticismo
ni creas en religiones que te regalen los cielos,
cree en la vida, en el amor, Cree en ti mismo!
porque eres humano y como tal... yo te veo.