DECIMAS DE UTOPIA

"DECIMAS DE UTOPIA"
Como estás, amor, tan lejos,
toda ternura anhelante,
toma en cuenta los consejos
que te da tu fiel amante:
No quieras que en un instante
ya nuestro amor sea un hecho.
Hoy quiero hablarte derecho.
No quiero que te atormentes
ni que tomes tan a pecho
los caprichos de la gente.
No creas que son regaños
las cosas que yo te diga.
"No hay mal que dure cien años..."
Tú ya lo sabes, amiga.
Además, eres testiga
de cómo tu amor me ciega.
"Cuando la de malas llega
la de buenas no dilata..."
Si hoy la suerte se nos niega,
es mejor hablar en plata.
Tú me quieres. ¿No es verdad?
Yo te adoro. Te lo juro;
pero es gran temeridad
tratar de romper el muro
cuando no hay nada seguro
que pueda servir de base
y en asuntos de esta clase
solamente está esperar.
Si nos falla, nada le hace.
Lo importante es arriesgar.
Al amarnos, vida mía,
aunque estemos distanciados,
y parezca fantasía
que estemos enamorados,
qué importa que haya candados
que nos cierren el camino;
qué interesa que el destino
se nos haga el remolón.
Una copa de buen vino
puede darnos la razón.
¡Brindemos!. No se te ocurra
abandonar nuestros puestos.
Deja que el tiempo transcurra;
nuestro amor no causa impuestos.
¿Sabes? En casos como estos
-nos lo dice la experiencia-
cuenta mucho la paciencia,
la constancia, la esperanza
y el tener clara conciencia
que el amor todo lo alcanza.
Con un poquito de suerte
lo podremos conseguir.
Ya no pienses en la muerte,
no te me quieras morir.
Quiero verte sonreír,
sí, mi amor. No desesperes.
Además, si tú te mueres
¿qué me queda a mí esperar?
Sé muy bien que tú me quieres
y me afecta tu penar.
Vamos, por favor, ternura...
deja ya de sollozar.
¿No ves que es una locura?
¿Qué te ganas con llorar?
¿Puedes acaso cambiar
con tus lágrimas las cosas?
Ven...te cortaré unas rosas...
Ya verás que Dios ayuda.
¡Ah, cariño! ¿son hermosas?
Dí que sí. ¡No cabe duda!
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos Reservados)