Con tu partida temporal se nubló mi existencia,
ni los comediantes del centro me alegraban,
ni la música andina podía cubrir tu ausencia,
mis pupilas de manera espontánea se dilataban.
La sensación ardiente de tus labios rojos;
la presión del alma de tus fuertes abrazos;
la mirada dulce y tierna de tus lindos ojos;
marcaban el compás de mi corazón paso a paso.
Siento que mi universo absoluto a ti esta ligado,
Añoro tanto tu presencia en cada amanecer,
¡Cómo no desear estar y descansar a tu lado!.
si anhelo fogosamente tu luz en cada amanecer.
A penas y son unas horas de distancia,
estoy sintiendo en mi pecho un vacío,
mil deseos no tendrían tanta constancia,
para saturar tu endeble corazón y el mío.
¿Qué haré mientras pasan los días?,
¿Contemplaré la nubosidad del cielo?,…
No,… esperaré de nuevo tu compañía,
Pues, estar contigo es, mi mayor anhelo.
Presente en mí está la niebla de la noche,
queriendo gobernar toda mi humanidad,
se acerca y me dice que para ti soy fantoche,
intentando atormentar mi tranquilidad.
Pero al recibir tu último mensaje de ese día,
el “Te quiero”, alegró toda mi vida entera,
entendí que tu partida fue llena de alegría,…
y con ese mismo júbilo mi alma te espera.