Ni tú eres tan bueno,
ni yo soy tan malo,
lo que a ti te sale del corazón,
a mí me sale de las entrañas,
me arde en el cerebro,
se vuelve ácido en mi boca.
Podría pulirlo más,
podría corregirlo,
darle un aspecto de falsa perfección,
podría tirarme horas haciéndolo,
odiándome por no conseguirlo,
estampar bolígrafos contra la pared,
arrancar hojas y más hojas,
frustrarme y no intentarlo una vez más,
darme cabezazos contra la mesa,
soñar con ser un escritor de éxito,
pero en lugar de eso me relajo,
lo dejo salir como quiera salir,
vacío mis tripas,
me quito peso de encima
y no calculo nada,
es la única forma que conozco y así no aburrirme.
He leído a todos esos a los que llaman grandes poetas,
todos mis respetos hacia ellos,
seguro que conocían y practicaban
mucho mejor que yo esta disciplina,
este arte,
está claro que es así,
pero hoy por hoy me dicen poco,
no ha habido ninguno que llamase especialmente mi atención.
Posiblemente tenga que leer más,
posiblemente escribir no sea lo mío,
no tengo un manejo del leguaje exquisito,
ni hago florituras con las palabras,
no es mi intención,
no es mi intención recibir un halago,
simplemente esto solo es algo personal que comparto,
me da algo de vida,
como la heroína a un yonki supongo.
Hay demasiados ingenieros escribiendo,
demasiados matemáticos haciendo poesía,
y también hay muchos gilipollas como yo,
que prácticamente no saben ni lo que hacen,
solo lo hacen por inercia,
la vida,la maldita suerte,
algo extraño que se cruzó en sus caminos,
una especie de dulce maldición,
atracción por dejar en libertad algunos demonios,
solo es eso lo que nos mueve a hacerlo,
solo es eso lo que me mueve,
sea "bueno"
o sea "malo".