Era la noche un misterio que aguarda,
de traje oscuro me apresto a salir,
espero dichas y dulces momentos,
entre los bailes deseo gozar.
Posee el don milagroso del sueño,
gesto supremo en manos divinas,
comprende anhelos la luna fulgente,
era el deseo que quiere vivir.
Con ansia anhelo que llegue la noche,
que lo imposible se espera alcanzar,
en faz alegre se encuentra la dicha,
el alma goza y sueña a la musa.
Son solo instantes en brazos ajenos,
que hace olvidar el cansancio y rutina,
se ve en las noches el brillo del sol,
la decepción me acompaña al final.
Humberto Reyes H.