Las lumbreras estan prendidas
Pero rompe ya el sol,
su estallido en el celeste pano.
Mientras un coro de alegres gorriones,
horadan sin piedad,
el silencio de esta hora indefinida.
Ya la fronda te saluda Senor de lo creado,
abrio la flor sus petalos,
y mecen los arboles,
el vaiven de sus sonrisas.
En tanto hasta mi mano callada,
descienden las palomas.
Y desde mi alma inundada de luz matinal,
se eleva una plegaria,
que se une al estallido exuberante,
de la vida que comienza,
la prodigiosa aventura,
de estrenar otro dia,
con la esperanza del sol,
sobre la frente.