Dormía soñando que me abrazabas, cuando en lo más profundo de mis sueños escuche tu voz diciendo " te quiero" y un beso, como nunca antes me lo habías dado. Un rato después, me levanté más completa y tranquila que nunca. No podía ser nada bueno, acababa de ver un papel en aquella caracola que me regalaste, para que cuando no te tuviera cerca te sintiera oyendo el sonido del mar en aquel crustáceo. Cogí la nota y la leí. Mi corazón se rompió en mil cristales, y me desplomé sobre la alfombra blanca de mi habitación. Estaba ahí tirada, inerte, sin vida, con los ojos abiertos, y escuchando los latidos de mi corazón golpeando mi cabeza.
No podía creer, que la noche anterior me hubiera dormido siendo amada, y al día siguiente me levantase siendo desgraciada, descubriendo que ya no me amabas, que nunca me besarias, que nunca me abrazarias.
Te has ido dejándo tan sólo una nota en la que me escribes tus últimas palabras en las que tan sólo queda una brasa de amor, que permitirás que se apague poco a poco.
Te has ido.
Ha pasado un rato desde que leí tus letales palabras y aún sigo sin fuerzas en el suelo. Cierro los ojos, esperando que al despertar, descubra que todo ha sido un sueño, y lo primero que vea sea a ti dormido a mi lado, con los primeros rayos de sol iluminando tu espalda desnuda.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!