TAN SÓLO POR UNAS HORAS

Qué bonitas la carrozas.
Qué postín el de los reyes.
Cuánto colorido en los pajes
¡Qué ilusión tan hermosa!
Qué niño aquél, alucinando,
viéndo cómo los del Oriente
caramelos y juguetes
a su paso van dejando.
Y él mientras tanto pensando
que quiere irse prontito
para que los Magos le encuentren
profundamente dormido. En la ventana les pondrá
muy limpio un zapatito.
la copita de coñac
y un pequeño verso escrito
en una muy bonita postal. Qué hermosa la noche de reyes.
Cuánto derroche de felicidad.
Cómo disfrutan los pequeños.
Cómo se afanan sus papás.
Todo ello es luminoso
Todo ello es fantasía
Por unas horas parece,
que la bondad reine en la tierra
y que murió la tiranía.
Sin embargo, al otro día
cuando vemos al barrendero
amontonando caramelos
mexclados con la basura.
Y vemos al niño llorando
con hastas más de diez regalos
y a sus padres despotricando
palabras soeces que envenenan
al aire que están respirando;
Y pensamos que en el mundo
tantos niños se quedaron
sin recibir ni siquiera un regalo;
Y hasta podemos pensar
que tal vez carecieron
hasta de un bollito de pan.
Entonces debemos de meditar.
y meditando, llegaremos a pensar
que como el humo se esfumaron
el amor y la bondad.
Y que la bondad reina tan sólo
vestida de fantasía
unas horas cada año
allá por la EPIFANÍA.