Desde lo alto me mira sus ojos de estrellas,
yo también la veo, cada vez más distante.
la voy mirando hasta que mis ojos en llanto estalla.
Es cuando la esperanza se pierde en el poniente.
En la luna quedó una rodaja de nuestro sueño,
sé que por ella ya me fastidio inútilmente.
En el muelle del olvido ya estoy casi un año,
las gaviotas me gritan aparta ya de tu mente.
Un día vendrá repuesta de algún mar lejano,
entonces intentará contarme algo lindo de ella
utilizando la bóveda como un inmenso plano,
entonces diré, presentí siempre que es la más bella.
Es lo que más brilla para alumbrarme el camino.
Espero el lento crespúsculo para divisar mi lucero,
esta larga espera con el tiempo puede ser dañino,
pero un día volverá para decime: Amor te quiero.
Autor: Alcibíades Noceda Medina