Paisaje de alborada

Cándida luz, reflejo de los soles
que del espacio sus fulgores lanzan
y con sus besos a besar alcanzan
de mis jardines a los ababoles.
Con parsimonia van los caracoles
que pareciera que jamás avanzan
y sostenidos en el aire danzan
los colibríes plenos de arreboles.
Cerca de ahí, no lejos de los prados
un arroyuelo franco se desliza
entre cantares dulces e inaudibles.
Es el gemir de los enamorados
que entrelazados más se profundiza
en ayes por demás inconfundibles...
Heriberto Bravo Bravo SS.CC