Me encantaba verte caminar ,
Se me escapan las palabras,
Balbuceaba… mis recetas de seducción…
¡Que poeta!. todo se me iba al carajo
Hipnotizado por esos labios,
que con sus llamas me partían por la mitad.
Hubiera dado mi vida entera por convertirme en aquel perro que te ladra,
Pero no podías ser solo para mí, disfrutas disparar tus caderas a tu alrededor.
Ya no soy ese absurdo extraño,
que se consolaba solo con compartir tu sombra,
barriste los pedazos de mi roto corazón y lo guardaste en aquella vieja caja.
Ahora aquellas tormentas ya no duelen demasiado,
Se fueron los tiempos donde buscaba consuelo en el recuerdo de tu suave perfume.
Era imposible no ser engañado por esta loba,
que junto a la luna refleja su peligroso he inocente rostro,
que penetro y se enraizó en mi memoria.
Por suerte el tiempo y otros amores
Me han librado de tu maldición,
Adíos amor ,adiós,
Hoy no digas que mueres por mí,
Deja que siga mi camino,
Supe que te casas y aun así vienes a mí buscando consuelo,
Me canse de tus caprichos,
No trates de presionarme,
Ya no busco la luz de tus ojos
Ni me es dulce la miel de su boca,
Ya no me duele el alma
te he dejado de querer.-