Deliciosamente ilícita

Si es posible esperar, sueño y espero,
si es posible, callar, callo y suspiro
en el bello recuerdo de tu risa.
Hoy es Navidad…
palpo el silencio…
el cielo tan azul,
tan testigo de sueños inconclusos,
tan látigo en la espalda.
Y yo , aquí,
eternizando tus besos,
secretos placeres sin vergüenza,
el roce inconfundible
de tus memoriosas manos.
Y yo, encadenada a tu piel
tus ojos precipitándose
sobre el abismo de los míos,
me gusta perder mi mirada
en los laberínticos pétalos de tus ojos.
Sin más verdades
que nosotros en nosotros.
Clandestino amor.
Amor prohibido.
Tanto oleaje de ti
mojándome por dentro.
Y desgranar la tarde con mis labios
sobre tu piel,
en los silencios que tejen mis palabras,
en mis manos vacías
para que las llenes de rocío.
Mis labios se apresuran
sobre el vaso sereno de tu rostro,
para beber un sueño.
Eres la vida, esencia de mi vida,
que haciendo caso omiso a la muerte,
sólo amor sigue sembrando a saudade.
Vértigo sacrílego,
Desnuda me visto de distancia
y me vuelvo poema atardecido.
Tu leve presencia…
Seamos libres!
Estrellas consteladas!
Hazme luz
En esta noche eterna,
busca el camino,
tatuado en mi deseo,
recoge la sal entre mis muslos,
descifra el código del éxtasis,
muerde mis labios,
halla las llaves
para que no se olvide tu cuerpo
De nombrarme…..
Me permites que te acune?
arroyo crecido en mi regazo
con el sagrado silencio de tus besos…
Y te llamaré MÍO…
Mi pecho pulsa inquieto y te doy vida,
vida de mi vida.
Tu mirada verde me penetra
y reverdece mi alma
en musgos florecidos.
Sabes a sol, a alba…
Entre mis brazos,
tu figura tácita en tinieblas,
huidiza sombra silenciosa.
Fuego lento. Candente.
Flecha ingrávida
Que impulsa el movimiento
entre mis muslos,
enroscada en tu cintura
deliciosamente ilícita,
peligrosamente devoradora.
La naturaleza avanza
y emerge la esencia…
Hebra de vida,
vivo en ti..
Atesorando riqueza
en mis venas palpitantes.
Resbala una lágrima
ignorante de su origen…
Tengo miedo,
dulce sabor de mis días
que la muerte no sea suficiente
para poner fin a este amor…
Y que mi alma en pena, silente,
quede girando en dolor.