Sol traslúcido
quien se peina en el brillo de mis lágrimas,
quisiera mirarte bajo el azul cielo
al brillo de la clara aurora ,
aurora que se quiebra en el universo.
El brillo dorado de tus ojos
transita en mi luz de blancas nubes
que callan,
unida a las olas del mar,
desde el cristal del cielo
la lluvia cae al agua de mis peces
dibujando
tiernas luces de cantares.
Un sin fin de cocuyos
iluminan las oraciones nocturnas,
vuelos de llanto se desvanecen en la oscuridad,
ya que las horas danzan al son del viento,
la señora luna se asoma en éste desierto
escribiendo en las hojas del olvido
cantos de esperanzas que crecen y crecen
cuando a pena amanece,
gota de tu aliento,
vertiente de tus labios,
ranura de tu cuerpo,
arrullo de las aves,
fuerzas del viento.
Clara noche de luna,
difuminas los rayos
como música primaveral
cobijando las caricias del viento
éstas vienen y luego van.
Los pájaros acariciando
la brisa con sus alas
en ráfaga de amor
se ocultan
bajo un arco iris de palabras.
Que viene y al final se va. María Ysabel Camacaro