Como ilusión que llega de repente
y de repente por igual se marcha,
así llegaste tú, calladamente,
igual como a la flor llega la escarcha.
Igual como un suspiro, sutilmente
y con la misma frágil sutileza
te fuiste de mi vida que hoy se siente
lo mismo que se siente la tristeza.
Por eso, de los pies a la cabeza,
la llaga de tu ausencia es un flagelo
que azota y que aniquila lentamente
y por eso yo vivo de una pieza
como un sol que de pronto, allá en el cielo,
nace y muere lo mismo, de repente...
Heriberto Bravo Bravo SS.CC