Señor, no sienta pena

He llegado en buena hora
Mas no me ha sabido usted esperar
Llegué en su noche triste
Para a usted poder consolar
Sueño en mi rosal es cierto
Mas sé de sus espinas
Y el más apto jardinero
Hasta retoños le ha de sacar
El cauce es la huella del río
Señal de que agua hubo
No extrañe usted al mar
Tengo aquí agua para dar
El frescor de un rosal
Insuficiente ha de ser
Aunque el cauce esté vacío
Es él el que ha de contener
Me da pena su pena señor
Pues a tiempo he llegado
Ese viento sopla cariño y,
Acaricia mi faz como la de un niño
Todos lo pueden notar
No es mi alma la que llora
Es mi corazón de alegría
Pues un cauce yo buscaba
Para mis aguas turbulentas aquietar
No se lamente amigo
Amar tiene su tiempo
Y mi alegre llanto como canto
Quizá algo pueda lograr
Mis lágrimas no sentirá ese cauce
Sentirá alivio a esa tristeza seca
Y sin recordar el húmedo pasado
Quizá de otras lágrimas en su río
Sentirá un agua fresca y renovada
Cristalinas quizá no tanto sean
Mas saltarinas irán por su río
Y entonces nacerán deseos
De unir su agua con la mía
Ya sin desear correr al mar
Asentadas tranquilas estarán
Y la sed que usted intuye
mis labios sienten... los suyos
esa sed habrán de apagar
Paciencia y orar es otra forma de amar
Lara Elra Cira