En campos de Salamanca.

Dame tus gozos Elisa
que sin ti mi amor se pierde
por los valles y los campos
donde crece el trigo verde.
Campos que de Salamanca
mil azucenas se mecen
en los albores de un cielo
donde de amor enternecen.
Dame tu alma salmantina
mujer de caracter fuerte
dame ese cuerpo de nacar
que mi amor se lo merece.
Regocigemonos juntos
en los pajares más fuertes
donde la paja es más suave
y la dicha es más latente.
Démonos mil revolcones
do tus muslos suavemente
elija de mi alma toda
lo que deseas tiernamente.
La paja será testigo
de este tu querer ardiente
que tu viviste conmigo
de mil formas diferentes.
Veras dos mil gorriones
que vuelan y van volando
y sentiras las alondras
por la mañana cantando,
mientras que las golondrinas
hacen sus nidos soñando.
Golondrina golondrina,
anuncia a mi bella Elisa
que soy tizón hecho fuego
que sus pechos son la brisa,
que abrasó mi cuerpo entero.
Y en campos de Salamanca,
dejó en la paja el recuerdo.
El poeta
desconocido.
5/1/013