Quiero volver a caminar,
poner rumbo hacia el
horizonte, buscar el
sendero que me lleve
hasta la mar, encontrar
el norte.
Pero se que al cruzar el
umbral de mi puerta, a
mi espalda quedaran
tantos recuerdos, pero
no volveré a mirar atrás.
Dejare mis horas muertas,
miles de versos marchitos,
mis poemas, tantas ilusiones.
Ya no tendré tus caricias,
tu consuelo, que amargo
es partir dejar el nido y
emprender el vuelo.
Pero he de hacer camino,
seguir este sendero, cerrar
mi puerta y buscar en el
cielo un compañero.