DESDE MIS SOMBRAS

Si me ves triste, ya sin fuerzas para seguir andando,

ya sin fuerzas para seguir luchando,

¡ tómame la mano,!

indícame el camino,

ayudame a vencer los miedos que me están ahogando,

hazme una caricia, arréglame la ropa,

prolíjame el cabello si está despeinado.

Su me ves triste, no me tengas penas,

que con penas vivo y esa es mi condena;

regálame tu risa, enciéndeme el deseo,

dímelo de nuevo, si es lo que yo creo,

que a pesar de todo sigues siendo mía,

que yo te sigo amando, y ese es mi desvelo.

Tómame la mano, llévame hasta la orilla,

deja que mi piel se erice con el agua fría,

dime de la olas, habla de las aves,

deja que disfrute con el viento suave,

que al no ser ya igual con la herida abierta,

desde mis penumbras llevando la cruz,

 no tengo ya luz, sí el alma muerta.