La viuda mia.

La gente la ve pasar muy triste y acongojada sus ojos ya están muy secos sus lágrimas no la alcanzan. Ella me ve desde lejos despacio a mi se adelanta se abraza a mis brazos y a mi se me parte el alma. Esa mujer qué hoy sufre por la pérdida de su amado fue en mi alma un tesoro fue mi dicha, la amé tanto pero también le dí una mala vida y un mal trato. Ahora la veo tan triste con sus ojos ya cansados ha llorado tanto qué hasta al llanto ha espantado. Esa viuda es mía así la siento en mis brazos supo amarme un día no conocía el pecado no le di lo qué merecía y ella corrió a otros brazos. Ahora sufre la pérdida del hombre qué le dio amparo se siente sola, muy triste por eso corre a mis brazos. Yo siento qué aún la quiero la siento temblar de miedo es mi dolor tan profundo me arrepiento, lo comprendo. Todos la miran curiosos la pecadora dirán algunos acaba de morir su esposo y mira como se consuela abrazando a un desconocido. Esa viuda es mía, solo mía nadie así lo adivina fue feliz con él, ella se lo merecía pero ahora él está muerto y yo aquí para darle todita mi vida. Ella confía en mi como el primer día yo le tengo qué dar lo qué le negué cuando fue todita mía no se fue con él porque lo quería se casó con él huyendole a las amarguras. Hoy regresa a mí vestida de negro esa viuda es mía todavía la quiero ella siente igual se abraza a mi pecho te prometo amor amarte en silencio tu dolor se acabará te olvidaras de tu muerto yo te besaré de nuevo y en tu alma no habrá duelo.