Es nuestro amor, amor,
lluvia fiel, clara y confiable,
que vivifica y que sacia
los verdes campos de nuestros sueños
y la floresta de nuestras almas.
Es nuestro amor, amor,
poderoso como el viento
que renueva nuestras ansias
con una alfombra de besos
en la noche, en nuestra casa.
Es nuestro amor, amor,
un impulso vigoroso,
silencioso y permanente;
un idilio reverente,
un hechizo delicioso.
Es nuestro amor, amor,
eterno diálogo en suspiros
entre dos almas gemelas
que se adivinan la mente
y se elevan a las estrellas.
Nuestro amor, ¡amor bendito!
es todo un mundo diferente
que no tiene precedente:
un amor tierno, ferviente,
un amor puro, infinito,
que vivirá eternamente.-
Eduardo Ritter Bonilla.