Perdón, si alguna vez hice de este amor un
egoísmo
o tuve síntomas de perdición humana,
perdón por tratar de ser el mismo
ególatra culpable, ansiedad que se derrama.
Perdón si deje pasar por cobardía
la razón de este amor tan incesante,
horas de soledad muestran mis partidas
tiempo de hablar de ti a cada instante.
Perdón si vale mi arrepentimiento
para calmar las ansias de tu idolatría,
en un minuto, tan solo en un momento
las ganas de besarte, el dolor y mi agonía.
Perdón, vida mía, si te he llevado
a lugares que nunca conocerías,
como este amor, tan puro y tan preciado
como este último verso que quieres que te
escriba.