Vuela al viento espuma del mar,
vuela al viento y vuelvelo a volar.
Mezcla el mundo, ruge mistral,
mezcla el mundo y mezclanos con él.
Ahórrate esas palabras de amor
que nadie va a comprender,
ni tan sólo yo.
Si lo que vas a decir tu
no es más bello que el silencio,
no lo vayas a decir.
Que hable el mundo y calle el hombre,
calle el hombre y vuelvase a callar:
Mezcla el mundo, ruge mistral;
mezcla el mundo y mezclanos con él.
Ruge mistral, vuélvenos locos de atar
y con tu antiguo furor
llévate a aquel que ose hablar.
Mientras
todos
duerman
te amaré.
Cuando
todos
hablen
huiré.
Lejos,
muy lejos,
en silencio.
Lejos,
muy lejos,
en silencio.
Cuando el
bosque te hable
te hablaré;
cuando el mar te
tenga te tendré.
Murmullo de una oración
minúscula y dulce;
murmullo de tu respiración
al despertar.
Ruge mistral, medio dios;
llevaté el mundo de aquí,
peina la espuma del mar
y llévanos
muy lejos,
muy lejos.