No sé siempre quién soy,
pero me importaría dejar de ser, solo por miedos
sin explorar, sin sentir, mintiéndome para no descubrir
que soy tan igual o tan distinto a todos los demás,
aunque nadie diga como realmente es.
No debiera esperar tiempos, ni creer que ese enemigo
mortal, va a servirme para disipar presuntas tinieblas.
Por el contrario, voy a avasallar contra mi mismo, si es
necesario, para no esperar ver la luz en la agonía.
¿Porque encapsularme y creer que esta bien o mal lo
que los demás proclaman, si intuyo de todas las formas,
que nadie es lo que hace o dice?.
Y no está mal que así sea,
Porque debe haber un reducto secreto, un espacio muy
especial, donde solo me permitiré ser,
y ese espacio, ira cambiando, seguramente.
Se que más que físico, está en el fondo del corazón de quién me
intuya, me sienta, me quiera o pueda comprenderme.
Y así terminaré por entender que no hay sentidos,
sino sentimientos. Así podré percibir que solo es bueno
o malo, lo que genere bien o mal…
Así descubriré que no hay códigos, ni sectas, ni divisiones.
y me reconoceré feliz en mis debilidades y fortalezas, y
le daré valor a lo que más me cuesta, porque lo fácil no
es prueba de mi esfuerzo, sino de mi egoísmo.
Y abriré mis brazos, mi alma, y aunque sepa y pueda disfrutar
de la calma de aguas tranquilas, enfrentare olas y torbellinos, y
lejos de cerrar puertas, las abriré todas, porqué sé que detrás de
alguna de ellas estará parte de mis búsquedas, o todas….
Y lo haré, porque también sé que en mi tumba, solo estará
- fríamente – mi nombre y las fechas, y no habrá loas o juicios, por lo que
hice o deje de hacer por mis temores o prejuicios.
Y me haré la clara propuesta de indagar de esta misteriosa vida, todo lo
que pueda, sin cerrar el corazón ni los sentidos.
Y si eso me complica, aprenderé a
ver que complicado era la supuesta tranquilidad que me mentía.
Claro que sabré distinguir riegos y peligros, y no abordaré ninguna
nave de destino final tenebroso. Pero dejaré que mi intuición me
lleve a cualquier playa, aunque desconocida o negada, donde intuya placidez
y descanso.Exploraré el placer, ese maravilloso sentido de estar vivo, que tanto
condicionan los hipócritas, mientras no dejan de vivir el propio.
Seré finalmente, así sea a costa de mi mismo.
Y quién sino yo, podrá juzgar los resultados.
Porque conociendo todos los caminos, aunque me equivoque mil veces,
nadie más que yo podrá elegir uno, todos, o los que sean…