Poco a poco desatamos las caricias
Y el deseo que no cesa,
El amarte no solo por esta noche
Si no dejar sentirte cada vez que mi piel lo grite,
Nuestros cuerpos se encuentran
Con la caída de los cielos,
Lo aclaman los dioses de deseos prodigiosos,
Deslizando tus manos
En la cavidad de mi piel de seda;
Aquella que te envicia
Donde anidas tus fantasías,
Y ese beso tierno, vergonzoso
Lo convertimos poco a poco en un beso apasionado.
El ruido enloquecedor de la mar,
Nuestro gran ayudador y gran secuaz,
Regalado aquella tan esperada música de enigma,
Flojita; por que no queremos ahogar
El sonido de nuestros cuerpos rodeados por la arena,
De tus besos con ternura, mis caricias amantes,
Noche mágica de un amor prohibido.
Entre abres los ojos; yo intento besarte.
Más solo espero ansiosamente ser la victima de tus labios,
La captura pretenciosa, la presa de tus deseos embriagados.
Pronto ira amaneciendo,
Pero no puedo evitar esa sensación de escalofrió
Que no se aleja de mi cuerpo,
Mi piel delatadora que no esconde.
… te incorporas girando mi cuerpo, me recuesta,
Bajo la mirada y me desaniman esas preguntas
Fugitivas entre las olas sin respuesta;
Se que después otro cielo puede arrastrar aromas
De otra tierra y perdernos para siempre;
Pero que más da, el cumplimiento de nuestro
Sueño blanco marfil será la guía del recuerdo,
Donde conquistamos las aguas de la mar,
Donde impregnamos en la arena…
Ssshhhhhh ella guarda el silencio…será mi mayor testigo;
Nos envolvió en el beso, aquel que no encontró final.