Desorientada

A veces camino sin saber a donde

Observo a lo lejos, no tengo destino

Me atrapa la sombra de algunos fantasmas

Que aparecen de pronto, me asusto, me giro

 No importa llegar al  lugar anhelado

Hago zigzag en un día festivo

Miro, siento, recorro las calles

Me alivia pensar que estarás conmigo

 Cobro fuerzas, respiro muy hondo

Me llega a las venas el elixir divino

Me alivia soñarte y tenerte despierta

Amanecer siempre con un tierno suspiro

 Sigo pensando, sigo riendo

Me llevo conmigo tu sombra, tus bríos

Al fin llego a tu puerto adorado

Que esta abierto para estar a mi abrigo.

No temas, no sufras por esos fantasmas

Son lirios perfumados, divinos

Te llevarán a encontrar la barcaza

atracarás en el ancladero escondido.