Despedida silenciosa

Cuando te has ido al boreal manto donde habita la noche
dejas tras tu huella inscrito en el viento tu singular nombre,
y no son si no las estrellas quienes cantan el gloria contigo
vehementes y amándote en cada uno de tus preciosos versos.
Son estas mis manos de poeta que sangran sin tu aliento
se vuelven versos escritos con sangre que riegan los caminos
que alguna vez transitaste cuando el otoño llenaba de agua tu mejilla
¿Acaso olvidaste ya el sabor dulce de cada beso que te he regalado'.
O me convertiste en occidental fantasma de tu alcoba a oscuras
recordando mi voz en la tuya como tibia golondrina que vuela
y no detiene su paso pues emigra en cada letra hacia esas costas lejanas
donde solo el pensamiento convoca mi nombre en un instante;
y de aquella unión férrea de alma a alma aún queda
ese vestigio que no muere ,casi imperceptiblemente olvidado
como estación de trenes que ya marchan hacia la holgura
de nuevas vías, de impolutos montes sembrados de palabras
donde tu mano y la mía alguna vez describieron la palabra precisa
y se volvieron marcha forzada pues tu me alejaste de tus sentidos
y me dejaste aguardándote en el abismo oscuro de un adiós sin decirlo.