Al otoño el vendaval le has robado,
convirtiéndolo en tu genio, en humor,
mas al gélido invierno has despreciado,
pues lo deja sin espacio tanto amor.
Mil colores la tibia primavera,
te regala con aromas a granel,
y tu joven alma aventurera,
los recoge y convierte en rica miel.
Del verano el calor te vuelve ardiente,
vives, sueñas tus historias con pasión,
entregas tu candor desmesurado,
en tanto un grito sordo y estridente,
se agiganta hasta que causa conmoción,
logrando retenerme a tu lado.
® Susana Valenzuela
23-07-11