DESPLAZANDO LAS ESPINAS.

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En la mezquindad de su distancia.

Argumento de su pena.

Rumiando su vanidad.

Entre un discurso que no llena.

Esquivando la triste realidad.

Con su reflejo que desgrana.

Su materia en una lágrima

Asediado entre las espinas.

De un singular egoísmo.

Entre los crueles filetes del cansancio.

Entre los estruendos y rayos.

Desprovistos de relámpagos.

Asediado en sus ambientes.

Quizá el albor del otro día.

Vaya afanando sus necesidades.

Los emporios migrantes.

De una adversidad desbordada.

Cuando cerrando sus ojos.

Entre las doradas vespertinas.

Van buscando ese milagro inesperado.

Donde se desbordan las aldeas.

Porque se enreda el enigma.

Que no capta las congojas.

Desplazando los plumajes.

Refrigerios de un tesoro inalcanzable.

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