Después de mucho tiempo decidí mirarte a los ojos
a los que creí presos en otro horizonte. 
También decidí atrapar tus manos
a las que creí volar en otros cielos. 
Con decisión besé tus labios
que creí nunca probarlos. 
Con cierto temor te hablé a tus oídos
a los que creí sordos a mis llamados. 
Y por fin, después de mucho tiempo de sentirte lejana,
te acercaste y te sentaste a mi lado. 
Hoy estás conmigo,
y disfruto de tu compañía y de tus besos,
de tus sueños y tus miradas,
de tu cariño y de tu cuerpo. 
Sé lo difícil que es caminar juntos tomados de la mano,
el escondernos y voltear para todos lados,
el mirarnos y de forma furtiva besarnos,
el estar solos y escaparnos. 
Espero que seas un poco feliz a mi lado
porque…
después de mucho tiempo decidí mirarte a los ojos
y hoy, los míos, te están amando.