Desde no se donde, llega hasta mi, una hermosa
melodía que llena mi alma en mi recluida soledad.
Ahora que hay tanto tiempo para meditar, tal vez
eso sea bueno, pensar, porque permite ver cosas
que antes tal vez nunca tuvimos el tiempo de ver o
en realidad nunca quisimos ver y todo dejamos pasar.
Hoy que estamos tan inseguros de nuestro destino,
del tiempo que le queda a nuestro planeta, sin tener
que tratar de sobrevivir a cambios abruptos que nos
permita seguir existiendo en la tierra sin ser esclavos.
Todos tuvimos padres, una niñez, amigos, estudios.
Calor de hogar, amor, hijos, felicidad, sin embargo,
no le dimos el valor real, a esas pequeñas grandes
cosas que nos hacía tan feliz, siempre queríamos más.
Hoy a un paso de perder lo poco o mucho que hemos
logrado, nos damos cuenta tarde, que podemos en
un segundo, perder todo; un virus nos dejó a algunos
sin libertad, pensando, si mañana podremos ver el sol.
No somos perfectos, es más, somos intolerantes e
indiferentes a todos nuestros hermanos que sufren.
Dejamos de proteger a los niños, a los ancianos, a la
naturaleza, bosques, ríos, mares y a todos los animales.
Todo tuvimos y Nada nos quedará, porque mucho fue
el daño que hemos hecho, sin pensar un instante, lo
frágiles que somos y nos creímos omnipotentes, como
si fuéramos..."Dios"; que error, que horror, que mente.
Somos insignificantes, un simple virus, puso de cabeza al
mundo, y no hizo ver en un instante, lo necios que hemos
sido; que nos hace replantear lo hermoso que es la vida que
Dios nos dio: fue..."TODO"... A... "NADA", si el planeta muere.
"TODO"... A... "NADA"
Horizontesazules
12/04/2020