No creo en un principio, siempre estuviste
tal vez entre barro o lupanares escondido,
quizás es cuento incierto que naciste
Y si fue cierto, el origen se tejió en olvido.
Bemoles angustiosos reposan en quebradas
o cortes que presagian movimientos
de amor, de odio, de mujeres olvidadas
después de entregarse por momentos.
Mas no fue solo de pecado tus tejidos
pues mansiones palaciegas te han deseado
por pasiones que embriagaban los sentidos
extravagante redención del capital pecado.
Pero la esencia misma de los dolientes
gritos y voces de tu viril linaje
siempre fue mas real en los silentes
sentimientos vestidos de coraje
Y también risas, burlas, filosofía
plagaron tu arrabalera prosa
con navajas de sangre y la porfía
de efímera hombría a pétalos de rosa
Conjunción de moral, de sexo y vanos
lamentos que cantaban al fracaso,
mientras el placer tomado de tus manos
bañaban de licor la llegada del ocaso.
La ciudad incesante, muto como tus sones
dando a gigantes de cristal, nuevas melodías
conciertos del real mensaje de tus dones
única música que es fiel a nuestros días.
Tango argentino, llorón, alegre, incierto
desde lo eterno hasta el final del tiempo
jamás serás olvido, jamás estarás muerto.