A mi querido pueblo

A MI QUERIDO PUEBLO, SANTIAGO DEL CAMPO (CACERES)
A mi pueblo de Santiago
al cual dedico estos versos,
yo le digo en mis estrofas
de la forma que lo quiero,
y que al paso de los años
cada vez más lo recuerdo.
Desde la gran Cataluña
que me cobijó en su seno,
jinete de una quimera
en alas de mis recuerdos
cruzando los verdes campos
cabalgan mis pensamientos,
para llevarme hasta el pueblo
lugar de mi nacimiento.
y observo que ya en mi pueblo
algo ha cambiado en el tiempo,
sus calles limpias y estrechas,
sus casas por fuera y dentro,
y alrededor del anillo
de las eras y los huertos.
En la casa de mis padres
de familiares y amigos,
falta la esencia y presencia
de aquello seres queridos,
que Dios se llevó a otro mundo
o en él están repartidos.
En las calles y en las plazas
y lugares que visito,
se nota también la ausencia
de conocidos vecinos,
a quien veo reflejados
en el rostro de sus hijos.
En el patio de la escuela
a la hora del recreo,
con una pelota vieja
juegan unos pequeñuelos
como yo jugaba antaño,
cuando era niño como ellos.
Y el tiempo que no perdona
ni sabe de sentimientos,
ha encorvado sus espaldas
y encaneció sus cabellos,
¡Están como imaginaba!
no como yo los recuerdos.
Voy de la escuela a la Iglesia
y allí con recogimiento,
al gran Santiago el Apóstol
que el patrón es de la Iglesia
le pido en una plegaria,
que interceda por mis muertos.
Al abandonar la Iglesia
y entrar en el cementerio,
mi corazón no soporta
el peso de los recuerdos,
y en las nubes de mis ojos
se desata un aguacero
entre llantos y sollozos.
En la tumba de mis padres
Y de mí querida hermana,
una oración yo encomiendo
para que la esparza el viento,
y la lleve hacia otros lares
cargada de sentimientos.
Terminando esta visita
a mi seres más queridos,
a San Marcos me dirijo
por aquel camino verde,
que tantas veces hollé
y que nunca olvidaré.
Arboles enmudecidos
custodian el santuario,
esperando el día del santo
a que vengan sus vecinos
a colocarle su manto
y a alegrarlo con sus cantos.
Hay por detrás de la ermita
unos rebaños de oveja
con sus pastores y perros
de donde llega una copla
y el cantar de los cencerros
que los trae el viento que sopla.
Ya por los trigales verdes
que se ven frente a la ermita,
en las cebadas tempranas
despuntas unas espigas.
¡Se anuncia y se ve venir!
el festejo de este Santo
¡Se anuncia y se ve venir!
El 25 de abril.
Manuel Marín R.