A ustedes

Poseedora eres mujer, de una brillante cultura, no la cultura de libros, ni un diccionario ilustrado, tu cultura esta en la vida, esa que marco el camino, que tras criar a tus hijos, nietos o algun sobrino, fueron cansando tus pasos, sin un descanso debido... Te recibiste de madre, cuando así lo decidiste, un dia así lo quisiste, ser la mujer abnegada, la que siempre fue dejando para mañana lo propio, tus sueños fueron quedando, para siempre en el pasado... Aprendiste de la vida, que nada se da tan fácil, que el proponer es humano, disponiendo el ser divino, la esperanza de un mañana, mejor para nuestros hijos, evitando el precipicio de pensamientos tan negros, cuando aquel compañero, abandono tu sendero... Dulce mujer abnegada, maestra, la buena amiga, la que oculto con sonrisas, injusticias de la vida, la que llorando en silencio vio con felicidad, como sus niños crecieron, esperando aquel momento, que no quisiera llegara, cuando sus pequeños niños, por la vida se marcharon... La vida misma es injusta, al arrebatar tus hijos, pero te da la esperanza de disfrutar a tus nietos, el que una hija o una nuera, recurran con gran apuro y escuchar de tus labios, aquel gran sabio consejo... Mujer de la vida sabia, del gran amor entregado, hoy miro tu pelo blanco, como un copito de nieves, tus manos de piel ajada, como un libro maltratado, siempre entregaste mucho, sin recibir nada a cambio...