Diario de nostalgias

Este poema creó las formas, mudó la piel muerta 
Dejando el rastro de las escamas. Hibernó
En las rutas invisibles de las hojas ,
Envejeciendo en la sombra del yodo,
Impregnado en versos viajeros 
Que aún hoy, trazan ecuaciones logarítmicas,
Bajo cada techo donde aguarda un relato.
Y el Lienzo que forma un anagrama,
Que emula a un estigma yacido 
Sobre la seda de los huesos,
Inhalado en las turbinas del pecho,
Mancipando al deteriorado ego 
Que desnuda el mal aliento 
Ante la llegada de quién se llama 
Poseedor de la posesión 
Y deambula en la rejilla de los ojos 
Como un demonio solidario 
Presumiendo de ser cuidando 
Y poeta de cada poema .