Te ausentaste un día, sin que lo supieras, partiste en un viaje de hermosos parajes, edénicos mundos, paisajes muy blancos, ángeles custodios guiando tus pasos, te elevaste al cielo, sin decirme nada, el gran equipaje que necesitabas, fue tu alma blanca, mi madre adorada... Trompetas doradas, de acordes muy finos, de notas sagradas, celestiales músicos, como adormecida, comienza tu ida, dormida en el tiempo, una nueva vida, tu ausente silencio es solo el comienzo, de estar junto a mi, sin mirar tu cuerpo, el que me arrullo, contándome un cuento... Mil caricias tiernas, sin sentir tus manos, muchos besos tibios, ausentes tus labios, presente tu alma, hoy cuidas mis pasos, tu recuerdo inunda a diario mi vida, suples mi agonía con palabras tiernas, mientras conversamos en noches eternas, te pido un consejo, mirando aquel tiempo, que partió aquel día a una nueva vida... Vida que es eterna, sin que pase el tiempo, vida que hoy es bella, sobre las estrellas, ya no existe pena ni dolor alguno, se borro la lágrima, que rodó en el mundo, de donde partiste a un mundo mas justo, te llamo mi dios un día a su lado, te dijo en silencio sin que yo escuchara, tu paso en la tierra, hoy ha concluido, te quiero a mi lado, por todos los siglos... Años que son siglos, desde tu partida, vida consumida, sintiéndote lejos, hoy con tu regreso me indicas en sueños, que la muerte es vida y sin sufrimientos, que un día nacemos por orden divina, cumpliendo en la tierra, lo que dios te indica, llegando el momento de llevar tus pasos al jardín eterno, esperando el tiempo que baje a la tierra, aquel mundo justo, el cual hoy tu habitas...
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!