DIÁSPORA

DIÁSPORA

Es hora de partir.

todo parece igual:

el viento en fuga,

la placidez del cielo

el vuelo de una golondrina.

Todo parece igual.

No llores.

Volveré mañana,

cuando la brisa anuncie

un beso en tu ventana,

cuando en tus labios

 florezca una sonrisa.

Estaré contigo cuando triste estés,

 en la voz de las campanas

que llaman a rezar.

Con mis lágrimas

regaré el jardín de amor

que los dos sembramos al pasar.

No temas,

La vida con todos sus encantos

renovaránuestro juramento

y el  pesar de esta partida

mañana será desencanto de un día

y nada más.

Limpiatus lágrimas,

no te hagas daño

que tu dulzura sea dueña

 de este instante,

y los sueños

perduren  en los embates de la ausencia.

Adiós.

 No olvides: regresaré

cuando  decline el sol,

en la inefable presencia

de unaltivo caminante

y en la furtiva llama

de una lámpara apagada,

en el bronce que se agita en la distancia

en el sauce que se inclina respetuoso

a besar las aguas de un arroyo cristalino,

no temas, regresaré mañana

y si el destino me señala otro sendero,

viviré de este recuerdo

de este instante detenido en el tiempo.

ALONSO QUINTÍN