Recogiendo el amor de mas
anchura y espacio, dejo
en las ramas, en las rocas sin vida,
sobre el trigo que huele a pan
si me apego y los rozo,
un corazón como un zarpazo.
Como una herida que fluye
y destila amor en cada poro.
Y allí donde llego yago
y me desconsuelo y peno
si no escucho tu voz.
De mas y mas altura caigo,
pierdo la razón, el animo,
me esfumo y solo callo.
Todo por tu ausencia,
pero peleo, y cuando vuelvo
de asimilar la soledad,
ya estas tu en los recodos y
en las montañas y los espejos
y en todo cuando no te veo.
Pero has de llegar, iluminar, resucitar.
devolverme el alma
que te entregue una noche
cuando fuiste mía.