Cuando mi cuerpo sobre la cama sienta él,
calor de tu cuerpo y el roce de tu piel,
mientras en mis oídos escuchen tus,
susurros y suavecito acaricies mis senos y
me lleves hasta el infinito con, tus ardientes y
sensuales caricias llenas de deseo y amor.
Cuando sientes mi cuerpo rozar el tuyo,
te excitas cuan leona en celo y
siento que es como una excitación,
brutal y salvaje que envuelve tu cuerpo,
con movimientos sigilosos,
con los cuales te incitan a cabalgar,
ansiosa sobre el mío. Sutiles caricias y abrasadoras,
te hacen mis manos mientras,
mis dedos pierden el sentido en,
todo tu cuerpo que te haces,
que llegues a un orgasmo ardiente,
febril y lleno de fogosidad.
Entrelazados nuestros cuerpos,
aun extasiados y deseosos,
muy ardientes y desenfrenados,
nuestros labios se buscan despavoridos,
uniendose llenos de amor y
frenesí con un embrujo especial.
Por la suave brisa de la noche,
nuestros cuerpos se sienten,
relajados casi mecidos por la brisa,
como las olas de una playa en calma.
Después de la entrega salvaje a esos,
vaivenes y sensuales acometidas,
al hacer el amor en la penumbra,
oscura de la habitación en busca,
del placer y el deseo perdido.
Nos hemos amado con lujuria y placer.